Vivimos en un mar de estímulos. Scroll tras scroll, video tras video, imagen tras imagen, consejo tras consejo. Todo lo que alguna vez fue inspiración se ha convertido en ruido. Y en medio de ese caos, nos encontramos con una paradoja: entre más consumimos, menos creamos.
Esa sensación de estar llenos de información pero paralizados. De tener miles de referencias guardadas en tus descargas —cosas que te gustan o algún día te gustaría hacer— pero pocas ideas propias en movimiento. Porque cuando todo el tiempo estamos mirando hacia afuera, se nos olvida mirar hacia adentro.
El espejismo de la inspiración constante
Nos convencieron de que ver más nos haría mejores creativos. Buscar inspiración, referencias, tutoriales. Pero si no encontramos equilibrio, nos sumergimos en un océano de información donde cada cuatro segundos algo nuevo intenta captar nuestra atención. Nadie nos advierte que esa búsqueda también puede ser una trampa: comparación, saturación y procrastinación disfrazadas de “investigación”.
“El momento en que creemos que sabemos suficiente, dejamos de aprender activamente. Y más peligroso aún: dejamos de crear.”
— Silvia Ersetti
Y ese es el verdadero problema: no es falta de inspiración, es exceso de consumo pasivo.
La creatividad necesita aire
El acto de crear no ocurre en el caos. Necesita aire. Silencio. Tiempo muerto. Espacios donde no estemos reaccionando, sino imaginando. Donde no haya un algoritmo decidiendo qué vemos, sino una hoja en blanco esperándonos.
¿Y si bajamos el ritmo?
¿Y si por cada hora consumiendo, dedicamos otra a crear?
¿Y si dejamos de guardar referencias y empezamos a experimentar sin mapa?
La creatividad no se encuentra en el siguiente video de consejos. Está en salir a caminar sin audífonos. En aburrirse un rato. En escribir algo aunque no sea perfecto. En darle más importancia a nuestra voz que a las mil que suenan en redes.
Un espacio para respirar
Estanque Creativo no es un océano ruidoso, es un lugar donde las ideas pueden respirar. Un espacio para detenerte, inspirarte y reconectar con tu curiosidad.
Queremos invitarte a hacer lo mismo: a desconectarte un poco para reconectar contigo. A dejar de ahogarte en contenido y empezar a nadar en tu propia dirección.
Quizás, solo quizás... consumir menos sea lo que necesitamos para crear más.